Nueva entrada

domingo, 30 de diciembre de 2007

Ayudar a los amigos

Ayer fui a una comida con amigos, a casa de uno de ellos, Ildefonso; esto en Navidades puede parecer normal, pero no lo es. Yo tengo la suerte de no estar obligado a ir a esas “comidas obligatorias” o “reglamentarias”; esas donde se reúnen personas que durante el resto del año se llevan a matar (o simplemente no se llevan); donde hay que comer como lobos esteparios aunque se esté ahíto de la cena reglamentaria de la noche anterior; donde se ría y llore porque es lo que se espera que se haga. Yo, repito, afortunadamente, solo voy a donde quiero ir, y eso es mucho.

Pero, a esa comida hubo quien faltó, y yo a cambio de mi libertad de decisión, por otra parte, estimo que cuando se le dice a un amigo que se va a ir a su casa, con él, hay que ir. Solo creo que es admisible la excusa de muerte, inundación u otro daño catastrófico para faltar a un compromiso -¡ojo!- libremente aceptado.

Por esto, el titulo vienen a cuento; porqué yo acostumbro a decir, -y hay quien cree que es una broma, pero no lo es- que yo, ”ayudo a mis amigos, incluso diciéndoles que no”. Esto significa que cuando alguien me invita, si no puedo, creo que no estaré disponible, o incluso, simplemente no quiero ir, se lo digo; no, no voy a ir (o, no lo voy a hacer, etc.…). Con esto creo que le ayudo más a mi amigo que si le prometo, le juro, le aseguro, etc... hacer una cosa que yo sé que no voy a hacer.

Aparte de esto y retomando; ayer lo pasé estupendo; con buenos amigos, comiendo bien, bebiendo mejor y relajado; pudiendo decir lo que nos pareciera por eso, porque estábamos entre amigos. ¿Qué más podíamos querer? A esas comidas, sí me gusta ir. A las otras; que vayan los imprescindibles...

Pepeprado

No hay comentarios:

Publicar un comentario