El ya célebre informe nos ha dejado a la altura del betún, pero peor me están dejando las reacciones de nuestros ilustres próceres y dirigentes.
Se dice que para solucionar un problema lo primero es ser conscientes de que hay un problema; pero aquí parece que no se quiere ver que hay un problema y eso es en sí otro problema aun mayor.
Veamos, nuestro Sr. Presidente opta por echarle la culpa a “las generaciones anteriores” ¿…?, ¿que significa eso?, ¿Viriato, Fernando VII, Franco o Aznar?. Con eso y unas reflexiones de iluminado despacha el problema; Doña Mercedes Cabrera, ministra de Educación deja una perla para la galería “ hacen falta dos generaciones para que la cosa se note que funciona”, sin comentarios (¡cuan largo me lo fíais, Sancho!)…; nuestro Presidente andaluz lo solucionó hace tiempo, mandó a sus niños a estudiar a otro lado (por eso no ahorra, porque le salen caros), y la ínclita consejera andaluza, dijo que no lo veía tan mal, que éramos los décimos, (a esta se le olvidó que éramos los décimos de diez de los peores); y para arreglarlo todo, a los comentaristas de RTVE (programa de debate de ayer noche, con el micrófono que se esconde para que no se disparen), estos en su casi mayoría, como dan clases en las universidades, ven al mundo por su mirilla; casi todos lo veían de color de rosa. ¡Pues que bien!
Pero de lo que nadie parece acordarse es de que a los niños de 7, 8, o pocos mas años, se les deja hacer lo que les place; de que los Consejos escolares a veces actúan más como un soviet vigilante que como una ayuda a la educación; que los padres son los primeros que desprestigian a los maestros,¿Quién es Vd. para mandarle trabajos a mi hijo?, ¿Como se ha atrevido a quitarle el lápiz con el que estaba dándole el coñazo a los compañeros?¿Porque ha sentado a mi prenda de nene en tal o cual sitio?, etc., etc.
Que yo sepa este, es el único trabajo, el delicado trabajo de enseñar, en el que se les ha puesto a los profesionales -los maestros- un comité de vigilancia con carácter decisorio. No consigo imaginarme como funcionaría por ejemplo
Pues eso es lo que pasa aquí: TODO el mundo sabe lo que tienen que hacer los maestros; el que hayan estudiado varios años, hayan hecho cursillos de capacitación, estén en formación continua durante toda su vida laboral, y generalmente hayan sacado unas oposiciones y concursos de traslado; todo eso, repito, no vale nada; lo que vale es lo que diga la mamá o el papá del púber, que por supuesto no ve que haga nada malo su retoño, aunque eso sí… lo quiere fuera de la casa (en el colegio) el mayor tiempo posible.
Lo que no es de recibo es que después hablemos de que los maestros están desmotivados, aburridos, desesperados… Si a los demás, no nos hicieran caso en el trabajo, nos insultaran, nos agredieran, los padres de nuestros clientes fueran a decirnos como tenemos que trabajar, nuestros inspectores nos abandonaran para no molestar al poder, y en fin nos dejaran continuamente tirados... seguro que pondríamos el grito en el cielo y berrearíamos como locos para que nos oyeran.
Entonces, para solucionar el problema, empecemos desde bajo; ya que a los dirigentes ya sabemos que no hay que pedirles cordura, al menos los de la primera trinchera, los ciudadanos, ayudemos a los maestros y maestras dejándolos tranquilos hacer su trabajo y pongamos a cada uno en su lugar, incluyendo a nuestros niños: con eso a lo mejor algo mejoraría la cosa antes de las dos generaciones.
Pepeprado
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