El batiburrillo

Este país, mi país, se ha convertido en eso, en un batiburrillo donde se dan las noticias mas peregrinas y diversas, que lo que consiguen es ponerte las neuronas a bailar. Para empezar, hemos montado un kiosco en el que un gobierno “coloca” una asignatura llamada Educación para la Ciudadanía, y coloca la asignatura frente a una oposición importante en cantidad, creo que como para tenerla en cuenta. Después la ley entra en el circuito de las alegaciones ante los tribunales y empiezan a surgir los líos. Unos, como -creo que- el TSJ de Asturias dice que es legal y aceptable y otros como el TSJ de Andalucía la señala como susceptible de ser objetada en conciencia porque dicen que está contra la libertad admitida en la Constitución al emplear “conceptos de trascendencia ideológica y religiosa”. En otra noticia se dice que las madres quieren (o tienen que) dejar más tiempo a sus nenes en el cole. Los maestros mientras, están agobiados porque entre sus obligaciones están las de preparar estudios curriculares, estadísticas, planes de futuro, proyecciones de estudio, adaptaciones al bilingüismo, etc. que les quitan tiempo para lo que creen que deben hacer; enseñar a las criaturitas. Lo dicho, parece que mareamos la perdiz en demasía con el resultado de estar estropeando a una generación de estudiantes a los que solo Zapatero y Cháves ven “perfectamente preparados”. Me asusta el futuro; un futuro escaso de cultura.

Volviendo a cosas menos profundas, tres perlas maravillosas. La primera, de doña Magdalena Álvarez; “El PP ha querido tirar tres veces las casas de El Palo”. Parece mentira que se queje, porque según esto, el PP propondría: “Tirar las casas (una vez); reconstruirlas; volver a tirarlas (segunda vez); volver a reconstruirlas y volver a tirarlas (la tercera vez). Con esto se daría trabajo a la construcción.

La segunda, de don Cháves; “el Ave Cádiz Madrid hará el viaje en tres minutos once”. Único comentario; a esto se le llama correr.

Pero la tercera es la mejor. Es televisiva y me la suministró (y se lo agradezco) el programa SLQH de la Sexta en una de sus recopilaciones. Nada menos que doña María Pestiño de A3, soltó; “Yo lo que quiero es moderar un debate Rajoy-Zapatero”. El sólo hecho de que éste exaltado y gritón personaje emplee el verbo “moderar” es uno de los mejores chistes de la temporada. Lo preocupante es que cualquier día se lo dan; aquí puede pasar de todo.

En mi Málaga, aparte de sufrir a políticos que vienen a arreglárnoslo todo otra vez, de saber cuanto cuesta encargar un par de asesinatos, de continuar con las calles en obras, y demás minucias, destacan dos cosas serias. A una señora mayor la han apaleado en el bar del Clínico por decirle a un bestia que no debía fumar y el fulano se ha escapado impunemente. Parece que ir al Clínico se está convirtiendo en más peligroso que tomar el sol en bikini en Teherán. La otra es de esas terribles estadísticas que te dejan asustado; “La cifra de parados ha subido en Málaga un 26% en 4 años”. La gran pregunta es; ¿porqué hay dos tipos de estadísticas?. Las que nos dan a nosotros para ponernos el corazón en un puño y las que parece que les dan a Zapatero y a los sindicatos que están tan comprensivos y tan relajados.

Con esto lo que me parece que queda meridianamente claro, que lo que decía el poeta sigue teniendo vigencia; hay dos Españas (como mínimo), la de los ciudadanos que estamos a pie de calle y la de los dirigentes que flotan en su nube maravillosa. Y una de ellas, va a helarnos el corazón.

Para aliviar, al menos, la vista, incluyo una foto “relajante”; pacífica y simplemente eso, bonita.

Pepeprado