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lunes, 28 de abril de 2008

La publicidad encubierta

Esa que está totalmente prohibida, porque hay que decir la verdad, toda la verdad y solo la verdad, se la pasan por los … los que mandan y sus amigos de las emisoras de, por ejemplo, televisión. En el asuntillo del pesquero, cuando afortunadamente todo ha terminado medio bien, quedaba el trámite de explicar como se ha llegado a este fin. Parece, que se les ha pagado a todos, a los piratas de Somalia, posiblemente a los piratas de Londres y al encargado del aparcamiento. No es cuestión de sí está bien o no, había que hacerlo y se ha hecho, lo malo es la continuación, el estrambote al soneto. Como no se quiere reconocer eso, que se ha pagado, y que, como somos los mas buenos del mundo, aquí (mejor, allí), no pasa nada. Posh bueno, ese es el pago para entrar en el paraíso de los buenos y el de los de la Alianza de las Civilizaciones. Lo impresentable, es que cuando el ministro de turno se presenta en la tele oficial diciendo que los marineros y el barco han sido “liberados”, el obediente realizador de la obediente cadena le pone de fondo unas aguerridas imágenes de unos soldados, marines o infantes de marina, ¡vaya Vd. a saber!, tomando al asalto a un barco indeterminado. A esto en mi pueblo se le llama en primera instancia propaganda subliminal y en segunda, directamente engañar al personal. Lo peor es que si estas cosas se hacen, es porque evidentemente deben engañar a ese personal. Mejor, en el paraíso se está mejor con la mente en la inopia.

Aparte. Como lunes, pongo las fotos de mi impertérrita plaza, la que todo lo aguanta, la que en el mismo fin de semana llevaba para adelante un festivalito pro capitalidad cultural y que a continuación, por cierto a las ocho de la mañana para amenizar los días de reposo, montaba otro ensamblaje para otro asunto, creo que este es para un desfile de modas de la tercera edad, (o de la cuarta, da lo mismo), ya lo colgaré. La última foto es solamente una frivolité personal.

Hasta mañana. Pepeprado












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