De Lesbianas y otras cosas

Empieza un fin de semana que aparentemente va a ser tranquilo, y que, huelgas aparte, se va a poder dedicar a lo deportivo. Si esta tarde España gana a Suecia y mañana el Málaga sube (como sea, de penalty, comprando el partido, etc.., da lo mismo), todos felices. Dará lo mismo el precio de los huevos, nos pasaremos las penas por los ídem.

Pero en otro lugar hay una pobre criatura a la que, como vulgarmente se dice, le ha caído un marrón de mucho cuidado. A un juez griego, que tiene que decidir si lo de “lesbiano/lesbiana” es solo aplicable en uso de gentilicio, o también a lo más conocido, la homosexualidad femenina. Aquí aclaro que aunque lesbiana sea siempre referente a la homosexualidad “femenina”, incluyo el masculino “lesbiano” para contentar a la Ministra de la Igualdad, para que no se disguste conmigo.

Para intentar dar pistas sobre el asunto incluyo literalmente las definiciones del DRAE:

lesbio, bia. (Del lat. Lesbĭus). adj. Natural de Lesbos. U. t. c. s. 2. Perteneciente o relativo a esta isla. 3. Perteneciente o relativo al lesbianismo.

lesbio, bia. (Del lat. Lesbĭus). adj. Natural de Lesbos. U. t. c. s. 2. Perteneciente o relativo a esta isla. 3. Perteneciente o relativo al lesbianismo.

lesbianismo. m. Homosexualidad femenina.

Aparte de esto, unas leves notas sobre la madre del cordero (y las corderas); la poetisa Safo de Lesbos que es la que les ha buscado el lío a los habitantes de la isla y al pobre juez; “Safo de Lesbos (en griego, Σαπφώ; en eolio, Ψάπφω) (Lesbos, actual Mitilene, Grecia, ca. 650–580 a. C.). Poetisa griega”. Esta, aparte de estar como un queso de buena, según las crónicas y las reproducciones de su figura, ha sido a su vez, probablemente la más reproducida como poetisa, más traducida y más usada de las artistas de la Antigüedad clásica. Parece que se dedicaba a enseñar jóvenes de la buena sociedad de su época, preparándolas para el matrimonio, y con eso de que el roce hace el cariño, terminaba enamorándose de algunas de ellas (o de todas, vaya Vd. a saber). Las enseñaba en el Thíasos, una Acadomia o Inlingua de la época, donde las ponía a punto en poesía, cánticos y enseñaba a confeccionar coronas y colgantes de flores, cosa muy aparente y necesaria para hacer una buena boda (un bodón). De todas maneras, Safo y su compatriota Alceo, han quedado como los paradigmas de la lírica griega arcaica, que antes de ellos tiene pocos precedentes, parece que los más plus serían Terpandro y Arón, aunque estos ni están tan documentados ni parece que se dedicáran a menesteres lujuriosos. Una de sus preferencias literarias era coger los canturreos de los amigos del novio y/o de la novia y hacerles adaptaciones en plan fino, con lo que le salían unos bellos poemas a los que se llama comúnmente epitalamios.

Para terminar estas notas, un par de poemas de esta ilustre ciudadana, que seguro que no tenía ni idea de la que se iba a liar con sus líos.

Se han sumergido la luna y las Pléyades,

media noche, pasan las horas , duermo sola.

Otro

Amor: zarandea mis sentidos,

como el viento en la montaña acomete a las encinas.

Son bellos, pero claro, a las ciudadanas de Lesbos les queda chungo llegar a una reunión y decir “me llamo Pepa y soy lesbiana”, sobretodo si es amante madre de cinco retoños y fiel a machamartillo a su cónyuge. Así que el señor juez, tiene un problemón, porque si solo aplica las matemáticas, hay más lesbianas de apetencia, que de natalicio origen, así que las mates no le sirven. Pobre hombre, haga lo que haga va a quedar mal con media humanidad. Ya lo único peor que le puede quedar es que llegue el juez Garzón y tome este problema para su juzgado.

Esperaremos a ver lo que pasa.

Incluyo dos imágenes. Una la de la bella y maciza Safo del artista alemán, Johann Heinrich Dannecker (1758-1841) de la Staatsgalerie, de Stuttgart, y otra la de mi plaza, ya con la cultura arrinconada por si ganan España, el Málaga, o quien sea. En cualquier caso, la cultura se acuartela en espera de tiempos mejores.

Hasta mañana. Pepeprado