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jueves, 3 de julio de 2008

Un pleno, ¿para qué?

Antes de nada, la bienvenida a la civilización a la señora Betancourt y al resto de los secuestrados. A ver si se acaba de una vez con esto de tener a la gente como rehenes.

Y ahora vamos a lo del titulo. Como ya no hay excusas, había que ponerse a currar, y el Parlamento quiso que alguien explicara cómo va el asunto. Salió lo de siempre; el señor Presidente, al que el solo hecho de ir ya le costó como sacarse las muelas sin anestesia, hizo el paripé esperado, paripé en el que –por supuesto- no salió la palabra crisis, que parece que le da ardores; “Zapatero elude hablar de crisis aunque vaticina tiempos peores”, o sea, llamémosle equis. La oposición se dedicó a eso, a oponerse, y al final, para la tribu urbana, nada de nada, solo desesperación y pena negra. Nos quedamos como siempre, con el marrón de cada día; “El paro sube por primera vez en junio y se eleva a 2.390.424 desempleados”, La confianza de los consumidores registra otro mínimo histórico”, y cosas por el estilo. A ver como nos las arreglamos para llegar vivos al Mundial de dentro de dos años, que parece que es lo que lo arreglará todo.

Es mejor dejar esto, porque si pensamos en lo que tenemos y en lo que podemos tener, se nos caen los palos del sombrajo. De todas maneras, tenemos lo que queríamos, así que todos contentos.

Por ahí fuera, la noticia esplendorosa y festivalera. En Holanda ya han llegado a lo que se quería llegar. Fumarse un porro es, no solo súperguay, también es legal, recomendado y etc… En cambio, por fumarse un Ducado se puede ir al talego. Demostrado, para ir de putas y emporrarse ya hay una Meca a la que mirar.

Esto es, sobretodo, el extremo de la hipocresía, ya que se ensalzan las virtudes mágicas del hachís y se demoniza al cigarrito de toda la vida, lo que es falso por demagogia básica. No niego que un porrito, para algunos, sea un tratamiento paliativo, pero asimismo, un cigarrito a tiempo te calma muchas cosas, incluidas las ganas de darle una hostia a alguien en algún momento (lo digo por experiencia propia). En ambos casos, ni el porro, ni el tabaco son malos, lo que es malo, malísimo de la muerte, es el abuso de cualquiera de los dos. Incluso el abuso del jamón serrano podría ser malo. Si consiguieras comerte treinta y dos kilos de jamón diarios, durante varios meses, seguro que te pasaba algo (aparte de quedar en la ruina). Pensemos, y sobretodo, no nos engañemos a nosotros mismos. Porros, ¿porqué no?, pero tabaco, ¿porqué no también? El derecho a jugarse la salud debe ser equitativo.

En esa dinámica de hipocresía establecida, hay otro asunto que da mucho juego; El lado oscuro de la Red”. Efectivamente, la Red tiene sus problemas, ayuda a la pederastia, a la prostitución ilegal, a la creación de ministras, al trafico de armas y de casi cualquier cosa, etc., pero en realidad no es la Red el problema; el problema es la raza humana en general y una serie de hideputas (que decía don Miguel de Cervantes) en particular. La Red es sólo una herramienta, una muy buena herramienta, y las manos que usen esa herramienta son las culpables de todo, de lo bueno y también de lo malo. Echarle la culpa de todo a la Red es como intentar meter en la cárcel al martillo con el que un cabroncete le abrió la cabeza a su mujer porque no le puso en puchero a su temperatura, y proteger al fulano, para “reinsertarlo”. Yo creo que es mejor entalegar al asesino “para siempre” y reutilizar el martillo para arreglar sillas. Porque el fulanito que ya ha matado, ha roto la barrera moral que se lo impedía, y eso, difícilmente tiene arreglo; lo del martillo, con lavarlo, queda otra vez para servir.

En esa utilización perversa de los adelantos tecnológicos, nos metemos en todo; “Los rayos X buscan el secreto de los Stradivarius¿Para qué? ¿Para fabricarlos a mogollón y venderlos en los híper? ¿No sería mejor respetar la magia de lo maravillosamente hecho y dedicarnos a arreglar lo que esté mal? Es una chorrada, es el intento de que todo sea “de la teletienda”.

Localmente, una noticia agradable; Un documental rescata el origen y la construcción del puente de los alemanes Es bueno todo lo que contribuya a divulgar nuestra propia historia. A ver si seguimos por este camino y dejamos al Stradivarius como está.

Hasta mañana. Pepeprado

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