Tras la feria hay que hacer cosas que se han dejado atrás, por eso, hoy esto va a ser corto, pero antes de un primer vistazo a algo de esa feria, no me resisto a poner una muestra de la “fidelidad” y el “cuidado” que se pone al redactar las noticias, siempre buscando servir a la verdad e informar veraz y ajustadamente; “Un avión de Spanair aterriza en Málaga tras un fallo técnico”. Esta es la noticia, pero lo que no tiene desperdicio es la aclaración posterior; “La avería se originó en el tercer motor, de reserva”. Estupendo, a eso se le llama informar con propiedad. Después de estas cosas no llama la atención que el señor Rodríguez, inmediatamente después de haber recibido de forma confidencial información reservada y parcial sobre la investigación del accidente de Madrid, lo “largue” para quedar de entendido. Respeto a la investigación se llama esta figura. La del informador del “motor de reserva” no tiene ni nombre, pero aclaro que a pesar de esa “inconsistencia”, estaba en primera página.
Y la feria.
Para empezar, una selección de noticias, juntitas y agrupadas para dar una idea de conjunto;
“La feria generó un movimiento económico menor que en 2007”
“La Feria termina con una caída en la facturación de casi el 20%”
“Los ingresos bajaron un 20%, según los hosteleros”
No lo digo yo, lo dicen los datos, (y aquí no entran los datos del mal gusto y la horterada), pero estoy seguro de que ahora, en esas tertulias de resumen que las teles locales acostumbran a hacer, todos los entrevistados dirán que todo ha sido la leche de perfecto. Que no ha habido ningún problema y que el éxito ha sido la rehostia marinera. Bien, a eso es a lo que estamos acostumbrados, pero entonces no podemos pedirle al gobierno que nos diga la verdad de las cosas. Si nosotros a nivel pueblo, nos engañamos, a lo mejor es que nos gusta eso, vivir engañados y que nos digan que no hay crisis y que la culpa de todo la tiene el petróleo, que, por cierto, lleva un cierto tiempo bajando y nadie ha dicho nada de bajar precios.
Lo tengo que dejar, hoy hay cosas pendientes. Tras el parón de la semana pasada, el mundo sigue girando y las medallas de Pekín no solucionan los problemas logístico-domésticos.
Mañana, más.
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