Dejo aparte la terrible duda sobre los conocimientos de matemáticas que mis esforzados profesores don José Alcantara y don Dionisio Ruiz me “incrustaron”, a veces incluso contra mi voluntad, y que ahora el megaministro de moda pone en solfa; “Sebastián: Las gasolinas podrían bajar 10 céntimos" Este señor, de un plumazo, se ha cargado la sacrosanta regla de tres que yo creía inviolable, quien no lo crea que haga sus cuentas (… si cuando un barril costaba tanto, el litro en gasolineras salía a cuanto, ahora que cuesta otro tanto, la gasolina del coche debería de salir a… X y eso, que cada cual haga sus cuentas). Y lo dejo, porque hay otras cosas que ya se están convirtiendo en habituales, entre ellas, una de las más evidentes es la pugna o mejor el dilema que se está planteando a la ciudadanía. Hasta ahora, se buscaban los dictámenes a los asuntos grandes en el BOE, que consiguió incluso sobrevivir a doña Aída Álvarez, ahora parece haber caído en minusvalía, ahora las cosas importantes, incluidos videos y similares, se plasman en el BOM (Boletín Oficial Magdalena), antes llamado Diario El País. No está mal, lo importante es saber cosas y esta línea directa a lo mejor funciona, habrá que preguntar si a partir de ahora, las instancias para financiaciones, subvenciones, gestión de pensiones y similares, hay que dirigirlas a esta nueva institución para mayor información y pronta resolución.
El que se está lanzando, es el alcalde de ayer, que aporta dos datos a su curriculum. El primero de ellos, admite que tiene unos 27 vehículos y una avioneta, pero ésta, como en el chiste, (el del que contaba que su mujer había tenido un niño de otro y que se defendía diciendo que “si, pero es muy chico y muy feo”), este ínclito (aclaro, aunque no sea necesario; adj. Ilustre, esclarecido, afamado) administrador de los caudales de su pueblo, dice que la avioneta es… “pequeñita”. El otro dato que aporta es incluir un asunto de cama y cuernos para el sumario. Se le nota que es un hombre muy leído y sabe lo que gusta hoy día; ya mismo en la tele contando sus líos.
Por nuestra cercanías, emociona la comprensión del Virreinato hacia el gobierno central; está(mos) dispuesto a esperar lo que haga falta para cobrar eso de la “Deuda Histórica”, quizás por aquello de hacerla un poco más histórica cada día que pasa, con lo que se le da más lustre. Parece mentira la diferencia que hay, incluso para pedir pasta, cuando estábamos criando y creando en Madrid al futuro latin lover, la exigencia era máxima, estábamos anhelantes y desesperados por la pasta, ahora podemos esperar. Y nosotros… con estos pelos.
Más cerca, aquí, en el rincón olvidado, una preocupación, y gorda. Ayer mismo, soltaban el notición sobre un hospital tamaño “a lo bestia”, para entendernos. La cosa ya me parecía rarilla porque decía que para todo, habría que irse a la gran puñeta a intentar que nos curen, pero como los tiempos son así, había que aceptar con resignación laica, que las UVIs estén un poco más lejos, aunque algunos palmen en el camino, serían las llamadas víctimas colaterales o bajas aceptadas como razonable (razonables para los que hacen las estadísticas pero muy desagradables para los que les toque morirse para cuadrarlas). Pero… aquí viene el “Gran Pero”; ya hoy, han empezado a parecer en los periódicos los globos sonda asociando las dos palabras temidas… reubicación y pisos (en los solares que se dejan libres). Cada cual que piense lo que le de la gana, faltaría más, pero a pesar de la no-crisis de la construcción, me parece que lo que de verdad se busca es hacer unos pisitos molones en lugar del Carlos Haya y el Clínico. En el Civil saldrían unos despachos magníficos para gente importante, de las que nos mandan. Al tiempo.
Pongo fotito de otro de los usos de mi plaza. Anoche con mariachis mejicanos. Me encantaron, a pesar de que lucharon contra los elementos, incluida una megafonía fallona y desagradable.
Pepeprado
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