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martes, 16 de septiembre de 2008

Éramos pocos…

Y parió el señor Rajoy. Este, que llevaba una temporada calladito y sin decir tonterías, se ha visto impelido a saltar al ruedo del disparate; “Mientras 180.000 extranjeros cobran el desempleo, 20.000 andaluces piden trabajo fuera”. Parece que vista la proliferación de gilipoll… verbales que se largan aquí, día a día, el gallego impasible, el de los variados primos, no se ha querido quedar sin echar su cuarto a espadas al desatino nacional. Parece olvidar que, si mal no recuerdo, para cobrar el desempleo hay que haber cotizado previamente, por tanto si estos 180.000 están cobrando, es porque se lo habrán currado previamente, es decir “que tienen derecho a cobrar”. Sí él tiene noticias de que se les está pagando “por la cara, a algunos”, lo que tiene que hacer es irse al Juzgado de Guardia y denunciarlo. Lo de la vendimia, parece que es, que nunca se ha dejado de ir, lo único que pasa es que los virreyes andaluces se han encargado de que se sepa poco, pero eso es otra cuestión, es por eso de que aquí parece gustarnos lo de estar en la inopia.

En lo de los desatinos entra de lleno el gesto de coherencia del Dalaikari; El PNV reconoce que está dispuesto a apoyar los Presupuestos para 2009Lo dicho; por la pasta, los principios a hacer puñetas. Porque estos ciudadanos del PNV son los mismos que no quieren reconocer al estado, pero parece que sí están dispuestos a reconocer los cheques. Vale, muy bien. Lo malo es que en la Villa y Corte, para poder seguir en la cresta de la ola y seguir repartiendo los cargos, aceptan pagar con dinero público todas las peticiones de estos que les insultan reiteradamente. Otra muestra de coherencia. También, vale, muy bien.

En el mundo están preocupados por el asunto de los hermanos Lehman, que pobrecillos, han quebrado (no creo que se hayan quedado tiesos, eso es otra cosa) y han preocupado a toda la comunidad financiera. A mí en principio, no me parecía que esto fuera a tener demasiada importancia o repercusión por aquí, pero me he empezado a preocupar a lo grande cuando ha salido el señor Solbes y ha dicho que no nos va a pasar nada. Con la suerte y la boca de cabra que tiene este hombre, el que te diga que, “tranquilo, no pasa nada”, es para que se te ponga el corazón en un puño. Este también sería mejor que se hubiera callado, porque cada vez que habla, sube el pan. A ver si la cosa se pone tan mal que ni el señor Sebastián va a poder regalar las bombillas prometidas. Esperemos que vuelva el Imán señor Rodríguez y ponga a todos en su sitio.

Quizás por eso, por lo de los hermanos Lehman, es por lo que están pasando estas cosas, ¿o no?; "Los impagos en las compras a plazos se triplican en un año con una deuda media de 7.000 euros”. Ya me temía yo que Wall Street afectara al Prica y al Lidl.

Pero todo esto es coyuntural, nuestros media siguen enfrascados en decirnos cuantos colegios tienen aulas de lata, cuantos dan clase en los restaurantes y cuantos tiene averiada la Internet de las narices. Naturalmente, a todos los mismos media, se les (piadosamente) olvida decirnos en cuantos colegios del país se les ponen inconvenientes a los nenes para hablar en español, en cuantos se les niegan libros con una historia de España general, en cuantos se les olvida el derecho a elegir religión, etc. Estas son cosas que no interesa demasiado florear, porque si se dicen, se pueden perder subvenciones, campañas de publicidad y comilonas para los jefes, y no está la cosa para perder prebendas y sinecuras. Por cierto, que en este campo, hace un rato he escuchado un nuevo eufemismo; “la antipatía administrativa”. Maravilloso, el diccionario agradece estos giros semánticos, compensan y/o complementan las aportaciones de doña Bibiana.

Hay que dejar estas cosas, porque no está bien decir demasiadas verdades del tirón, te pueden llamar “derrotista y antipatriota”.

Una sorpresa (final); Angela Merkel es aficionada a la barra fija (de gimnasia)” No sé porque llama esto la atención. Yo he tenido el placer de tener amigos muy expertos y asiduos en la barra fija, y generalmente son gente de fácil trato y agradable compañía. Nada, doña Ángela, siga Vd. así. Hasta mañana.

Pepeprado

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