A normalidad, o casi, eso es lo que espero No parece que vaya a ser fácil, Internet anda arrastrándose; como llueve a cántaros en este momento, no han llegado periódicos; etc… solo la radio me dice que aunque eso de la presunta no-crisis sigue a lo suyo, ya, los bancos empiezan a ganar todavía más dinero. Todo normal, por eso, esta página va a ser cortita, ya que me tengo que ir a CHaya y no tengo demasiadas ganas de oír noticias, buscar chorradas y demás inventos.
Para redondear el problema, la verdad es que mi máquina de pensar, la tengo algo descompuesta. El uso intensivo de estos últimos días me la ha dejado chafada y con las ideas amontonadas, espero que pronto, a ser posible para mañana mismo, pueda volver a una cierta normalidad, a una rutina más tranquila y me pueda dedicar a eso que tanto me gusta, a ser testigo del mundo. Esto, que desde pequeñito ya hacía, se me intensifica cada vez más. Hay veces que encuentro más divertido observar el mundo y a sus habitantes, que directamente sentirme parte de él. Por eso, aspiro a esa normalidad que me permita eso… observar y disfrutar viendo las chorradas que los humanos somos capaces de hacer.
Cuando vuelva a esa cotidianeidad, seguiré contando lo que pasa, naturalmente pasado por el tamiz de mis pensamientos. Mientras intentaré seguir con la mente clara aunque las ideas se atropellen dentro.
Hasta mañana, lo prometo, y con mayor claridad de ideas.
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