Se supone que esto es un puente feliz, tranquilo y relajado. Que tenemos que disfrutar, que se acercan esas fechas en las que todos los que salen en la tele y en los papeles, hablan de paz, llegando a veces a soltar alguna lágrima no furtiva. Pues no.
Seguramente animado por noticias como esta; “Congo, el caos más productivo El mantenimiento de la guerra es más beneficioso que la paz para las milicias y los países implicados“ que demuestra que financieramente, el matarse es más productivo que el besarse, pero olvidando que eso es sólo aplicable a los supervivientes, porque para los muertos es poco rentable, un ¿señor? diputado, es decir, electo por otros ¿señores? anda por ahí pidiendo que maten gente; “ERC afirma que Tardà aludía a Felipe V cuando gritó «muerte al Borbón» / José Bono disculpa al diputado por su «carácter primario» y el PP pide que intervenga
Lo segundo que me tiene asustado, muy asustado, es la última actuación del soviet de
Ojo a los futuros contrayentes, que con el uso de las investigaciones del detective de
Mi gran pregunta es la siguiente. Hace poco estuve en una boda. Vi a la contrayente, al novio, y a varios de sus allegados pedirle al gurú de la modernidad en que se ha convertido el pinchadiscos (ahora se llaman diyéis) que pusiera tal o cual música, a lo que el personaje, con cara imperturbable y economía de gestos, ni contestaba. Eso tan moderno y culto que se llama el estudio de la gestualidad, indicaba que el ciudadano contestaba sin decirlo; “aquí se pone lo que manden mis güevos”. Y así se hizo. Naturalmente los defensores de la libertad me dirán que al final algunos, por ejemplo mi parienta, terminaron bailando, con lo que le daban la razón al profeta de la música, pero es que en un sitio al que se supone que vas a pasarlo bien, si has ingerido y mezclado sabiamente blanco, tinto, champán y espirituosos, lo normal es que la gente baile lo que sea, desde las interpretaciones de los Coros del ejercito ruso hasta los gregorianos de Silos. Pero es que no, porque en este caso, el diyéi de fastuoso buen gusto, de genial conocimiento de la psique urbana, de profundo estudio de las corrientes musicales, ¿colaborará a pagar el canon? 0, más bien, ¿pondrá el cazo para recoger su parte de la recaudación? Psé, psé… y los padrinos pagando.
Beno, para terminar como siempre, con una nota positiva; “La nutria reconquista algunos de los hábitats acuáticos de la región” Menos mal.
Hasta mañana.
Pepeprado
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