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martes, 6 de enero de 2009

Han venido, y yo he debido ser bueno, porque me han dejado cosas; Toi contento. Ahora y toca ser bueno este año, para no meter la pata.

El menos rey, que aspira a ser cada vez más mago, intenta sacar del saco lo que no hay; Zapatero pretende contentar a las autonomías menos pobladas con otro fondo A ver como lo hace, aunque me parece que al final lo que va a haber, para todos (menos para los amigos), es un reparto de carbón, porque donde no hay…

A otro que los reyes le han hecho un roto es don Morgan Freeman; Un divorcio de 140 millones de euros / Dicen los abogados de ella que le sacarán a Freeman 140 millones de euros, dos casas en Mississippi y Alabama y un apartamento en Nueva York”. Este, no fue bueno del todo, se fue de picos pardos y lo pillaron. Ahora lo va a pagar y se va a enterar. Él sabrá si la alegría externa la he valido la pena o si le habría ido mejor con el hermanillo chico acuartelado.

Hoy no tengo ganas de escribir demasiado, me lo estoy notando. Quizás porque estamos en eso tan incómodo de la interinidad, ya no es “navidades”, pero todavía no es “la normalidad”, estamos en la frontera, y las fronteras son siempre dificilillas de pasar. Por eso, lo voy a dejar, y pondré unas fotos finales de las fiestas. Una de ellas es una vista de la Catedral en el peor momento de la lluvia nocturna de hace un par de días, otra para la posteridad, el arbolito mojado, ya que ha habido muchos años que no le ha acido ni el agua del riego. Otra, es esa vuelta a la normalidad, ya está mañana están preparadas las cosas para pasar al próximo capítulo de la vida de la plaza y de los emplazados. La última, unos Reyes algo despistados que todavía andan por aquí a las doce de la mañana (eso sí, dándole palique a unas guiris). A esto se le llama productividad.

Hasta mañana, que será ya, otro día.

Pepeprado

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