Estoy un poco harto de noticias importantes, de esas que nos van a arreglar la vida. De cuando en cuando, hay que dejar eso de las guerras y las crisis, que son cosas muy desagradables y mirar hacia las cosas importantes. De esas, en España, entre las más importantes, están la de la vuelta de Sardá, y su batacazo de audiencia, cosa que no sabemos como va a digerir su súper ego, retroalimentado por si hiciera falta, que no le hace, por el de la señora mayor que se cree juvenil, doña Milá, y la otra, la más, la impresionante, la determinante; vamos a empezar otra OT. ¡Acoxonante!
Una de esas cuestiones que un neoliterato, de los que asesinan a Cervantes continuamente, llamaría “trasversal”, acepción que nunca consigo encajar, es esta; “Bruselas investiga a Iberia y a las alianzas aéreas por prácticas antimonopolio” No es cosa de Iberia, esto es sólo el accidente menor, o para quedar cursi, la punta del iceberg. La compañía española está en la misma línea que todas. Lo importante es la actuación generalizada de las aerolíneas, que cada vez hacen más pequeños los asientos, en razón inversa a la evolución natural de la civilización, que cada día va criando individuos (e individuas, doña Bibi) cada vez más grandes y hermosas. Cada vez entran más asientos en las cabinas de los aviones, y de esto nadie dice nada. Después, cuando sucede un accidente, y la gente no puede ni salir porque está empaquetada en su mini asiento, es cuando se busca culpable inmediato, pero nadie hace el experimento de filmar (previamente) a varios/as personos/as de esas llamadas tipo standard, encajonadas en una fila intermedia, ni su salida para acceder a un pasillo mínimo, donde cada vez que pasa el carrito te joroba el codo sobrante. A ver si “Bruselas”, ese ente difuso y válido para todo, piensa en esto, aunque sea un minuto. Lo de hacer pagar doble a los gordos, que es de lo que, en el fondo, se trata, lo hablaremos mas tarde. Aclaro, por si acaso, que me declaro gordo confeso, aunque no voluntario. Para que piense en ello… Bruselas.
Otra de las preclaras mentes que acostumbran a decirnos lo que hay que hacer, ha hablado; “Aitana Sánchez-Gijón: «Casi no voy al cine: no quiero ver películas dobladas»” Maravilloso. Por sí no se ha parado a pensarlo, muchas de las películas españolas “en directo”, son ininteligibles. Las dobladas, se oyen mejor, tienen mejor sonido, son más claras y de mejor dicción. Las obras maestras actuales, las de esos actores tan importantes que se molestan cuando les preguntan cosas, la mitad de la veces no se entienden un pijo; hablan mal, no vocalizan, son guturales, y están cargadas de dejes y muletillas así qué… Vd. misma doña Sánchez-G.
Para terminar, dos perlas encantadoras, una foránea y de impacto social. Aconteció en Tailandia, que es un sitio en que acostumbran a pasar cosas bastante raras; “Atrapan a un ladrón tras dejarse los dedos de un pie en el lugar del robo /
Ya ves si vale todo que en la otra perla, sale que tenemos una cosa (que yo no sabía que existía) que es una alegría,
Me voy a pensarlo.
Hasta mañana.
Pepeprado
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