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viernes, 16 de abril de 2010

Otro más, pero algo diferente

Viernes, ese día que todavía no es fin de semana pero que ya lo deja oler. Este en particular estoy algo tristón, Javier, mi hijo se va a África a currar, lo que es bueno porque así lo quiere pero que me da la impresión ser el principio de un alejamiento casi definitivo, en lo sucesivo, cada vez más irá viniendo sólo de visita. Es la vida, eso que llaman la Aldea Global, que simplemente significa que estamos dejando el mundo pequeño. Paso a otra cosa para ver si me animo.

Cómo no quiero enzarzarme en garzonerías, etarradas ni zapaterías, no me atrevo a mirar los periódicos en sus primeras páginas. Me da la impresión de que donde se ve de verdad, cómo van las cosas es en esas noticias semi escondidas y a veces pintorescas que te hacen pensar con más libertad. En ese camino he encontrado esta sorpresa; Sorprenden a once chinos copiando con 'relojes espía' en el examen de conducir/ Agentes de la Guardia Civil observaron que todos llevaban el mismo tipo de cronógrafo, que con pulsar un botón les daba el resultado del test” La noticia es de las de pararse a cavilar.

Los chinos en cuestión, todos de diferentes puntos del país (de este país), venían pertrechados de relojes con “un” examen fusilado. Después, les pusieran el que le pusieran, ellos clavaban el que llevaban y, ¡oh maravilla de la tecnología!, cuando el sistema de tráfico los repasaba, al estar correctas las respuestas, aunque no fueran las preguntas que habían puesto se las daba por buenas.

¡Fantástico! No se pueden dar más trapacerías en menos espacio y tiempo. El asunto tiene sus pelendengues, porque entre otras cosas habría que saber cómo averiguaron que el sistema de Tráfico se “comía” cualquier test, con tal de las contestaciones fueran buenas. El uso de tecnología es así de original. Estos para darle un toque más exótico, lo hacían con relojes que llevaban el cartelito de “made in Japan”, es decir, sus tradicionales competidores. Es un detalle refinado eso de echarle la culpa al vecino, especialmente si el vecino, tradicionalmente, te cae cómo un tiro.

Hay mas cosas en este asunto, pero todas confluyen en demostrar que ya se ha llegado a la total inversión de valores y de conceptos. No hace tanto, se acostumbraba a decir; “lo engañaron cómo a un chino”, hoy son los chinos los que vienen aquí mismito a darnos sopas con honda. No está mal, la vida es como es, pero para sacarle algún provecho, podríamos pedirles a esos chinos que nos hicieran una copia de su gobierno, que parece caerle bien a todos los dirigentes mundiales (nadie les pide cuentas, ni siquiera doña Bibi) y que encima han subido su PIB el 12% en lo que llevamos de año y siguen subiendo sus ventas exteriores.

En lo único que parece que van mal es en lo de conducir, por eso se han echado al monte relojero.

También me he hartado de chinos por hoy. Me voy a un tardío foro de abril a echar parrafadas sobre cómo fueron las cosas. Seguro que todos sabemos lo que estaba mal y lo que salió bien. Es que somos más listos que la leche. Menos mal, que todo eso va con comercio y bebercio adherido. Así cualquiera.

Hasta mañana.

Pepeprado

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