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martes, 24 de enero de 2012

Aquella crisis que no existía


Hay que ver lo que está dando de sí aquella crisis que el berenjena al mando entonces negaba con cara de pánfilo y a la que su ministra de la cosa ponía brotes verdes cada dos por tres. Menos mal que no existía. Todavía hoy se están descubriendo algunos de los motivos por los que hemos llegado a donde estamos ahora. El ex ministro Sebastián, ese que aun me debe a mí, una bombilla, el que iba a quitar la corbata a los diputados para arreglar las cuentas y a poner neumáticos chinos que no existían, antes de irse concedió a un amiguete que había trabajado para él, 2,8 millones de euros por la vía de urgencia en vísperas electorales. Todo para un trabajillo de asesoramiento en materia fotovoltaica, que es un tema en que los abogados están muy puestos, valorando la hora de trabajo a 300 euros, naturalmente más IVA, que en eso son muy legales e incluyendo entre las prebendas del bufete, viajes en clase preferente del AVE. Para que las cosas les duren, les ha firmado un contrato por cuatro años. Con estas cosas no me extraña que estemos más hundidos que el Costa Concordia. La gran pregunta es; ¿de verdad no se puede meter a este en la cárcel por malversación de caudales públicos?
Ya seguiremos enterándonos de estas últimas subvenciones, porque algunas cosas siguen a su ritmo, por ejemplo el asunto de los premios de cine. En lo que va de año (un suspiro) ya se han repartido varios de ellos, el último ayer mismo, con gala incluida a todo tren y reparto de premios entre los mismos. Habrá que preguntar como en aquella canción… “de dónde saca para tanto como destaca”.
El despilfarro es generalizado, aquí mismo, una alcaldesa, la de Manilva, ha reconocido que sus currantes municipales se llevan a casa de todo, maquinas de escribir, impresoras, ordenadores, tarros de limpieza, etc.… e incluso llenaban los depósitos de gasolina de sus coches privados, con la Visa municipal. Una de las preguntas es, para qué necesitan los munícipes de Manilva una Visa, porque, que yo sepa, aquello no es Nueva, York, no creo que, haga falta una infraestructura financiera descomunal para eso que se llama “llevar las cuentas”. Desde luego algo se tendrá que hacer, porque la ínclita alcaldesa ha reconocido tan tranquila que, de 1.000 sillas compradas para unas fiestas, se llevaron (desaparecieron) unas 800. A ver si algún día nos enteramos de algo.
Para esto, es urgente que “arreglen” el Código Venial, y no permitan que los sinvergüenzas campen por sus respetos. Que no pase, por ejemplo, esto, que un desalmado que según el juez está demostrado que abusó de su sobrina ¡de seis años!, de forma repetida y atropellando la confianza de toda su familia, lo despachen con sólo a tres años de cárcel y a pagar una indemnización de 10.000 euros. Esto es ridículo e indudablemente no tiene ningún efecto disuasorio sobre sus semejantes.
Una pena, así nos va. Con esto, yo me voy, hay cosas que hacer.
Hasta mañana.
Pepeprado

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