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viernes, 18 de mayo de 2012

Milagro


Es raro hablar de milagros a estas alturas, pero evidentemente, haberlos haylos. Si no, que me expliquen la facilidad que ha tenido el ex–alcalde de Casares para reunir la fianza. No me parece muy normal, que en un pueblo de escasamente 5.300 habitantes, en sólo un par de días aparezca gente bastante para aflojar 200.000 euros para una fianza. Ya me parecía sospechosa la facilidad que tienen algunos políticos de campanillas, especialmente algunos falleros y expertos en sobrasadas en encontrar pasta, pero a esos al menos se les reconoce un patrimonio (las más de la veces , también sospechoso) y son ellos los que apechugan con ella, pero…, ¿una alcalde de pueblo?, ¿y por suscripción popular?... Raro, raro, por eso hablo de milagro.
Siguiendo con lo de ayer, cada vez me parece más  que hay una conspiración para volvernos majaras y hacernos perder el oremus. En uno de los periódicos de hoy, así juntitos y en buena compañía aparecen estas dos noticias, ambas amparadas bajo el epígrafe de SALUD:

Un estudio cuestiona la idea que el colesterol bueno reduce el riesgo de infarto”.

Lo primero lo dicen en Yankilandia, los del Centro del Cáncer, lo segundo un grupo de científicos de Barcelona, pero lo que ambos tienen en común, es que le llevan la contraria  y se da de hostias, a lo que nos llevan décadas diciéndonos sus colegas. Cómo sigan así, lo siguiente va a ser decirnos que pegarse un tiro en los cataplines es bueno para la reproducción.
A lo mejor es por estas cosas por las que algunos y algunas, que ya deben haber perdido el coco, tiran por la calle de enmedio y hacen sus locuras.
Por ejemplo, una ciudadana, naturalmente yanky, de Arizona, que quiere se, nada menos que la novia más gorda del mundo. Ya va por los 362 kilos y dice que quiere llegar a los 725. Esta criaturita, que sólo tiene 33 añitos y que al paso que va no va a cumplir muchos más, para más inri, está prometida con un (presunto) chef de cocina, que es quién le ayuda en el asunto. A este prenda lo conoció en una web de citas y si algo tengo claro en esta vida, es que al restaurante de este pollo no iré en mi vida, por mucho que pase yo por Arizona.
Por si alguien está tan majareta como para querer saber más, que la busque, porque esta señorita, vacuna contra la lujuria, tiene una página web para explicarse con fotos incluidas (por lo de la lujuria).
Me voy, es viernes, día de abuelazgo responsable.
Hasta la vista.
Pepeprado

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