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lunes, 1 de abril de 2013

Upá y va de gordos

Lo de Chipre se va aclarando, aunque ahora le están saliendo las corrupciones tradicionales en estas cosas. Ya hay políticos que están en peligro de trullo, incluido el anestesiado. Todo esto va a hacer que el Koala cambie la letra de su canción y ahora diga “Upá, te voy a jasé un corral pero no como el del Chipre”.
En la otra punta, el gordo de los misiles anda haciendo algo también gordo. Ha declarado la guerra pero no se sabe a quién. Habrá que investigarlo, pero lo que es indudable es que este está para atarlo.
En plan nacional, lo que me ha llamado la atención es que han condenado a un catedrático por plagiar a una alumna. Si cunde el ejemplo, en Málaga habría que empezar a pedirle cuantas a alguno, especialmente a alguien gordo.
Por Aquí, sigue la vida. Hoy se acaba el plazo de inscripción para apuntar a los nenes a colegios e institutos y se abre para las guarderías. Los que no sean drogadictos, ni estén en la cárcel, sean inmigrantes, estén separados/as  o divorciados, o se laven todos los días, que se ahorren el viaje, y que ni se lo planteen. No tienen ninguna oportunidad de colocar al niño en su colegio natural, el más cercano.
Si podrán en cambio, apuntarse a un taller de Skate, que es una de las propuestas fuengiroleñas para “entretener” a los nenes. Es bueno esto de darles cosas para jugar en vez de enseñarles algo o ampliarles su escasa cultura. Lo próximo será un taller para ser tironeros.
También ha salido ya el primer globo sonda; “Roca cumple siete años en prisión acariciando la idea de pisar la calle”. Es el primer paso para dejarlo libre sin escándalo.
Finalmente, aunque hoy a las 17.00 estaré en la COPE en tertulia de resumen de la Semana Santa, quiero terminar esta aquí.
EL Viernes fue triste, y aunque vi a mi Sole, la vi de refilón, ya que iba a cien por hora. Las demás, cada una a su aire; unas salieron, otras se volvieron o directamente se quedaron en casa. Una pena. El domingo, tampoco salió el Resucitado. Parece una maldición bíblica pero el sábado y el domingo por la tarde, fueron los mejores días en lo atmosférico, como si la naturaleza quisiera castigarnos por algo. Habrá que pensar que estamos haciendo mal para merecer esto.
Personalmente, la semana me ha enseñado una cosa más. Soy aficionado a la fotografía desde hace más de 50 años, de cuando se iba con la única cámara que tenía uno, y éramos solo unos pocos aficionados a este lio. Ahora, los neo conversos, que desde que la digital lo hace casi todo son multitud y están en posesión de la verdad absoluta, pero esta multitud varía de año en año.
Hace unos años, cada vez salían más con su flamante cámara a inmortalizar los pasos; después, llegó el móvil, y en cualquier bulla se veía un bosque de brazos alzados con el aparatejo en su extremo haciendo fotos sin parar, pero, ¡ay! lo peor ha llegado este año. Han llegado las tabletas y los tableteros. ¡Toma ya!
Ahora, vas, te colocas en una discreta tercera o cuarta fila para ver algo, y cuando llega lo que hay que ver, se alzan los dos brazos del cutre de turno, enarbolando su rutilante tableta, última generación, tamaño cartel de toros, y te tapa todo lo que haya a la vista. Esto, cada vez que haya algo que ver. Seguro que después se va a su casa pensando que es el Robert Capa o cualquiera de la Magnum jugandose la vida para obtener la imagen “única”. La leshe, vamos. Y yo con estos pelos.
Hasta mañana
Pepeprado

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