Lo de mi Esperanza

 Hay mucho que hablar estos días, especialmente sobre ese plan de austeridad que ha presentado nuestra Merkelita, doña Soraya. Lo más llamativo es que están protestando los que más callados deberían estar. Los “sometidos” catalanes ya hasta dicen que hay muchas comunidades que no son fetén. Según ellos, los únicos que tienen derecho a tener este chollo, son ellos, y, pse, pse, quizás los vascos, los demás al montón. No quieren nada del resto de España, excepto… ¡atención!... la pasta. Para el reparto, los primeros y si puede ser, los únicos.

Naturalmente, esto no va a salir adelante con facilidad, pero algo importante se va a sacar en claro: Cuando se planteen elecciones, bien nacionales o bien autonómicas, recordemos quienes son los que se oponen a adelgazar los gastos para no perder sus privilegios, esos que ponen sus intereses por encima de los de todos. Así, votaremos con mayor conocimiento de con quién nos las vamos a ver y a quienes vamos a instalar en los pesebres.

Apearte de esto, mejor hablar del finde de mi Esperanza.

Hay que reconocerlo, a Málaga le gusta su Esperanza y, por qué no decirlo, a mi Esperanza le gusta Málaga y pasearse por ella. El sábado estuvo paseándose por ella durante toda la tarde noche y siempre estuvo acompañada. Como es natural, a mí hubo cosas que no me gustaron y otras que sí, pero en general, me parece bien el conjunto y esto es lo que vale. Las críticas mejor en familia y si me las piden, no me gusta eso de ir protestando siempre y de forma gratuita. Siempre es mejor destacar lo bueno y en este caso, lo bueno y/o mejor, ha sido el trabajo que han entregado cofrades y allegados para que todo esto saliera adelante. Todo se ha currado en cantidad y eso hay que reconocerlo, por eso, mejor quedarnos con esas imágenes del trono en la calle y en un recorrido no muy común. Sentimentalmente, eché de menos al Moreno, pero se quedó en casa guardando el cortijo.

Pongo imágenes, que siempre valen más que mil palabras, entre ellas un par de esas raras de volver a ver, como son la de la aparición en la boca de calle Especería, y otra bajo la cúpula de la Iglesia de la Salud. Espectacular en todo, es mejor dejarlo aquí. Ya mañana seguiremos con la actualidad del resto del mundo.

Hasta mañana

Pepeprado