Un
finde más movido de lo corriente. Y no me refiero a eso de las ciclogénesis
explosivas y borrascas consecutivas amarejadas y aparejadas, que eso ya se está
haciendo normal. Es que han pasado cosas llamativas.
Naturalmente,
lo primero, el paseíllo de la Infanta. Todo según el guión establecido. A mí, personalmente,
lo único que me sorprende, es la falta de ese icono de la modernidad, el guarda
jurado gordo de las palmaditas, al que no he visto (aunque mi amigo Paco T. dice que sí, que ha salido en la tele). Si
ese paseíllo no contó con las actuaciones de este y/o del otro icono patrio,
nuestro Mossito Feliz, es que aquello no tenía la menor importancia. Nuestra
sociedad, sin el marchamo de autenticidad de estos dos personajes, estas dos figuras
irrepetibles, es que no tiene la calidad mínima.
Otra
cosa, esta ya más habitual. Se reunieron los del cine para esas dos cosas para
las que se reúnen siempre; repartirse premios entre ellos y poner al Gobierno (cuando no es el suyo de cabecera) a parir.
Este año don Wert los ha cabreado aún más no yendo, así no han podido meterse
con él en directo, y como el puteo ya está previsto de antemano, ya eso, ni llama la atención. Referente a este
asunto hay algo que me gustaría saber, es esa eterna pregunta de; “¿y esto quién lo paga?”. Porque me da
la impresión de qué la mayor parte la pagan los mismos a los que critican, es
decir las instituciones oficiales y sus subvenciones. En realidad ellos mismos
lo admiren, aunque a desgana, en su web oficial donde dicen lo siguiente; “Su funcionamiento y actividades están
sufragadas por la aportación de las cuotas de sus propios asociados,
completadas por patrocinadores, colaboradores
y ayudas institucionales”. Como lo de las cuotas no cuela, lo de los
patrocinadores no da para tanto, de los colaboradores ni hablamos, al final me
da el pesquis que es el mismo ministro señor Wert el que paga la cuenta de la
fiesta en la que los exquisitos lo ponen a parir. Cosas de este país. Porque a
Hollywood el gobierno yanqui no le suelta ni un dólar del contribuyente para
sus festejos.
Otra
cosa. Mal deben irle saliendo las encuestas reales (no las que enseñan), a don
Pérez y su partido, cuando este ya está empezando a asegurarle el futuro a sus íntimos/as. Ha nombrado a doña
Valenciano como número uno para las europeas. Es una forma de asegurarle una sinecura
importante, pase lo que pase. Aclaro que esto es pura envidia mía, a mí también
me gustaría que me mandaran al Parlamento europeo, es un chollo de los de lujo.
No me extraña que los politiquillos se den de hostias por ir ahí.
Por
lo demás, Málaga. Cómo ya vaticiné (creo
que fue el jueves o el viernes) cómo había un buen acontecimiento que podía
mover la economía local, inmediatamente los sindicatos saltaron al ruedo, y
¡ale”!; huelga de taxis. Esta vez se les había ido la olla y ni siquiera la tenían
prevista, así que la hicieron de forma ilegal, sin estar previamente convocada:
Es además la mejor forma de hacerle la puñeta a los ciudadanos. Ahora sólo
queda la curiosidad de saber cuál va a ser la huelga habitual para Semana Santa,
Lo
más seguro es que repitan los de la basura y los taxistas, que son los más
entusiastas para este tipo de cosas, aunque cómo ellos ya han tenido la suya,
lo más probable es que monten una los de hostelería. La cuestión es cargarse cualquier
invento.
En
fin, vamos a echarnos piedras a los bolsillos para no salir volando y dejaré esto
por hoy.
Hasta
mañana
Pepeprado
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