Hablemos de milagros

Hasta ahora, eso de los milagros estaba monopolizado en manos de Lourdes y Fátima, pero actualmente hay otros lugares donde estos se producen y lo hacen continuamente. Algunos, muy similares a aquel de los panes y los peces, donde con dos sardinas y un chusco, comieron un taco de gente, y, aunque esto no lo aclaran los Evangelios, se supone que sin pagar.

Últimamente, el más evidente es el que yo llamo el milagro de Sevilla. Y no, no es porque haya ganado un partido de presunto fútbol. Por un lado nos dicen qué, Andalucía en general y Sevilla en particular, están (estamos) a la cola de todas las ruinas; qué en estos lares, la cantidad de gente sin un duro es inmensa; qué en lo único que esta zona es millonaria, es en parados, en fin un erial. Todo esto, viene avalado por datos, cifras y noticias varias, pero, ahora viene el milagro.

Llegan consecutivamente, la Semana Santa, la Feria, el Rocío, y este año, la guinda, los partidos de esa Copa pelotera. Y, todos, absolutamente todos estos eventos, incluidos los viajes para ver jugar a los ídolos, están de bote en bote, para todo hay pasta. Ante estos dispendios sin fronteras, ante este derroche ininterrumpido, ante estas alegrías dinerarias, la eterna pregunta; ¿y esto quién lo paga?

No le encuentro más que dos respuestas posibles; una es lo del milagro, la multiplicación de billetes de 100 euros por emanación divina. La otra, más humana y campestre, es que el asunto se deba, simple y llanamente a la benefactora cercanía de los estamentos de la Junta, al reparto ensobrado ininterrumpido en sus aledaños, y a su largueza en subvenciones y ayudas generalizadas, naturalmente todo esto, por el bien de la causa.

Así qué, como en el Vaticano no me hablan, y tampoco los veo tan a mano, si alguno se os ocurre qué hay que hacer para importar esos milagros, por favor, colaborad e informad.

Otro milagro, es el de esa cosa a la que llaman fundación IDEA, de la que la única idea que tenemos es que todos los que se apuntan (o los apuntan), en ella, salen forrados. El único problema qué han tenido, hasta ahora, es qué IDEA, le ha dado la idea a doña Mercedes de empezar a entalegar a algunos, para ver si así se les aclaran las ideas.

Otro milagro, el de la Seguridad Social. Nos dicen que está en peligro porque se acaba la pasta. En esto el evidente milagro es que aun quede pasta. Ahora mismo, se han descubierto esto; “La polícía ha detenido a más de 750 personas y ha imputado a 1.200 por fraude a la Seguridad Social”. Es una más entre muchas sobre el tema. Uno de los grandes negocios de estos últimos tiempos, ha sido la creación de empresa, “sólo para cobrar subvenciones”. Con estos detallitos, considero qué, el qué aún quede dinero para comprar aspirinas, también entra en la categoría del milagro, así qué, hale, a pensar en ello.

Va a haber que pensar en crear una comisión para el milagro nuestro de cada día (naturalmente subvencionada y financiada, con su presidente, sus secretarios/as, sus viajes, su stand en Fitur y demás parafernalia “imprescindible”).

Lo dejo, tengo que entrar en trance, y ni siquiera comentar la noticia del funeral del batacazo desde la escalera. Esta cosas, aunque sean respetables, y precisamente por eso y para eso, es mejor dejarlas, para no caer en el bochinche.

Hasta mañana

Pepeprado