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viernes, 20 de junio de 2014

Ahora ¿qué?

¿Qué hacemos ahora?
Dejemos aparte el cognazo que están dando todos los iluminados en todas las emisoras de radio, televisión y similares, escrutando, desmenuzando, criticando, apologizando, escudriñando, mirando, computando, escarbando, y olfateando el discurso de don Felipe VI.
Tan previsible como el propio discurso, son las interpretaciones de los gurús que salen en los medios. Cada cual arrima el ascua a su sardina ideológica y cada cual es capaz de sacar interpretaciones diferentes hasta del saludo inicial. Y se quedan tan panchos.
Cómo ya los mundiales están muertos a escala  nacional, nos tenemos que contentar con qué don Luís Suárez, por aquello del hispánico nombre, fuera el que calló a la Pérfida Albión, y cosas similares. Mientras nuestra selección pena y cada cual hace sus testamento con vistas al futuro, la people de a pie, se centra en la reaparición, con revolcón incluido, de don José Tomás, el torero con aires de Guadiana vital. Algo hay que hacer para poder discutir.
En esa búsqueda de los minutos de gloria de Warhol, el antes ultra derechista señor Verstrynge, ahora reconvertido en ultra izquierdista ultramontano, se apuntó a una concentración ilegal pararrepublicana y ultra revolucionaria, aunque no multitudinaria (asistieron unos cien más o menos),  ayer, consiguió el súmmum de la perfección. Consiguió no solo que lo detuvieran, sino qué, además, fotografiaran la detención y naturalmente, estar en las páginas de los papeles públicos. Es feliz el papá de Sigfrido y Eric, qué, (aquí está el peligro) es “profesor de la Complutense”, nada menos que de Ciencias Políticas. Así nos salen después los licenciados.
Lo dejamos. En la Cortijá, ahora que doña Susana ha vuelto de los fastos, afilan los cuchillos con vistas a las próximas elecciones semi-internas. No es buena enemiga la Jefa, y me parece que don Eduardo lo va a tener crudo, por mucho que los presuntos líderes del tardo zapaterísmo lo amadrinen. Este, que tampoco se le ve muy aguerrido, ya mismo se está replegando a la segunda fila, que es donde se cobra sin dar un golpe y sin riesgos.
En Málaga, asuntos de tráfico. Han detenido a una ¿señora? que agredió a un fulanito con el que estaba en una terraza, huyó en coche con su hija de 5 años, y todo con una papa de cuidado, que es la forma coloquial de decir, ebria y con límites de alcoholemia inaceptables. A mí, el altercado, con botellazo incluido, mientras sean sólo los contendientes los que se aporreen, me da igual, pero poner en peligro a una niña, es harina de otro costal. Deben hacer algo para cortar estas cosas.
En cambio, también de tráfico, le aplican todo el peso de la ley a una señora que cometió el imperdonable delito de… “parar en doble fila” para dejar a una anciana. Sería curioso saber qué clase de cursillo dan a los agentes y cuáles son las prioridades que les marcan para eso de ayudar a la gente. Por lo visto, aplicar el sentido común no viene en el cuestionario.
Entre las cosas importantes he visto una entrevista a un “experto” para hablar de la “burbuja del Gin Tonic”. Apasionante que esto dé para una entrevista. Es imposible más tontería en menos asunto.
Pongo una foto de la plaza hoy, donde se ve la cantidad de banderas españolas que se han puesto en estas fechas.
Me voy. Tengo que pensar profundamente en este problema; “Antonio y Melanie: ¿quién se queda con los perros?” Tema profundo donde los haya.
Hasta mañana

Pepeprado

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