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miércoles, 22 de julio de 2015

Se la juegan los mejores

Otra pena. Se ha perdido peligrosamente de vista, a tres periodistas españoles en Siria. Estos, sí que son periodistas de verdad, se juegan el bigote para que sepamos lo que pasa en esas guerras malditas, pero los que tienen relumbrón son esos falsos “comunicadores” que cobrar un pastón sin más mérito que haberse acostado con un torero o ser cuñada de una cantante. No consigo comprender cómo los verdaderos periodistas no denuncian estas situaciones. Menos aún, que algunos y algunas de ellos, se presten a colaborar en esos programas basura en los que se ha encumbrado a este tipo de ¿estrellas? Recemos pues, porque esos periodistas de verdad y su intérprete sirio aparezcan sanos y salvos.

Mientras, los independentistas catalanes siguen a su bola. Ayer, para evitar que esa comisión de pseudo investigación rozara siquiera levemente, a su actual estrella, don Más que Menos, bloquearon en su Parlamento cualquier intento de que se nombrara a este como participante en la corrupción de su ex honorable.

En asuntos más domésticos, encuentro por ahí, perdidas en páginas semi ocultas, algunas de esas noticias que son las que nos pueden explicar el devenir de esta sociedad a su actual estado de incoherencia.

En una de ellas, nos reconocen que los malos tratos de los menores hacia sus padres han subido alarmantemente. De hecho, las condenas a menores han subido en un 60%. Considerando la cantidad de hechos que se quedan sin denunciar y la cantidad de jueces compasivos que “perdonan” a los agresores, esto es una barbaridad. Es el ataque a los mismos que, entre otras cosas, los siguen manteniendo con su trabajo o su pensión.

Otra noticia, es de otra condena. Otro de estos elegidos del momento actual, un ciclista, al ser parado por un policía, lo atacó y le dio un mordisco. Suena fatal, pero me parece normal. Actualmente en uno de esos vaivenes de nuestra sociedad, los ciclistas son intocables y tienen todo el derecho. Hace tan sólo un par de días, uno de ellos, en pleno centro de Málaga, en una calle, peatonal por supuesto, mi mujer estuvo a punto de ser atropellada por uno de estos que iba a toda leche. Ni siquiera nos miró, siguió a toda velocidad sorteando peatones. No quiero ni pensar lo que me habría pasado a mí, si le arreo un bofetón al pollo.

Con estas cosas estamos componiendo esta sociedad en la que lo único necesario para ser respetado, es vociferar y quejarse mucho. Ser honrado y cumplir las normas, no sirve para nada, solo para hacerte sospechoso de algo y para pagar multas e impuestos. La muestra final, es la decisión de doña Carmena, que le quita una plaza a don Juan Vázquez de Mella para ponérsela al señor Zerolo. Decisión rápida y aseada porque es para uno de los suyos. El defenestrado, señor Vázquez de Mella, fue un filosofo, pensador e incluso político, con historia amplia y fecunda, en la que para mí refulgen como dos diamantes, sus dos negativas a aceptar un puesto de ministro, en dos ocasiones diferentes. Aunque solo fuera por eso, ya se merecería, no una plaza, sino dos avenidas, una por cada negativa.

Antes de irme, un par de cosas de esa para pensarlas. Hay al menos; “Cinco apps imprescindibles para padres primerizos”. ¡Dios! ¿Cómo conseguí criar a tres hijos estupendos sin apps?

 Para el final, esta criptica sentencia del señor de Cs en Málaga; “Cassá:«De la Torre es especialista en pegarle una patada a la lata»”. Maravillosa habilidad la de los dos, la de don Francisco como pateolateador y don Cassá como cronista.

Hasta mañana

Pepeprado

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